A pesar del imparable auge turístico de La Riviera Maya como la opción ideal para vacacionar, en su vasto territorio se conservan escenarios naturales a los que el llamado “progreso” no ha tocado. Uno de ellos es también uno de sus secretos mejor guardados: la playa de Xcacel. ¿Ya la visitaste?
A pocos kilómetros al sur de Playa del Carmen, antes de llegar a Tulum, se encuentra el paraíso conocido como Playa Xcacel. ¿Qué podemos encontrar en este pedazo de cielo? Nada. Así es: nada de ruido o música a todo volumen, nada de basura en las playas y absolutamente nada de hoteles, clubes de playa o de deportes acuáticos. ¿Por qué?
Debido a su privilegiada ubicación frente a la Barrera Arrecifal Mesoamericana, es santuario para más de 100 especies de peces, además de ser el principal lugar de anidación de 2 especies de tortuga, la tortuga caguama (es una especie, no una cervesota, mal pensados) y la tortuga blanca, por lo que fue declarada Reserva Natural Protegida hace casi 20 años. Xcacel es uno de los más bellos lugares de toda la Riviera Maya (y vaya que es mucho decir) y sus más de 2 kilómetros de playa de suave arena blanca bañada por aguas turquesa y cristalinas presentan una oportunidad sin igual para el contacto con lo mejor de la naturaleza.
Por si esto fuera poco, en la misma zona se encuentra “el hijo” de Xcacel de nombre Xcacelito, un pequeño pero hermoso cenote abierto de acceso controlado en el cual puedes refrescarte si bañarte en el mar no es lo tuyo o si deseas hacer un poco de snorkel mientras disfrutas de la sombra y la paz que el manglar ofrece.