Es una de las pocas haciendas a hanequeneras que existen en plena producción Y en la que la historia se encuentra viva. Recorrer sus instalaciones representa una experiencia extraordinaria en la que la belleza, el confort y la aventura son los protagonistas de una travesía por el glorioso pasado peninsular.
Recorrido se realiza en plataformas de madera jaladas por mulas con ruedas metálicas que transitan sobre rieles de cauville. Importaras de Francia. Extensos plantíos de henequen nos da la bienvenida como preámbulo al tour que nos permitirá conocer de cerca Sotuta de Peon una hacienda viva.
Los visitantes abordan en la rotonda las plataformas jaladas fórmulas que nos esperan. De aquí se dirigen cruzando un hermoso plantel de henequen hacia la hacienda. La primera escala se realiza en la casa Maya, típica de funcional construcción elaborada con “Placum” material que se obtiene de una mezcla de tierra seacate en la que una familia Maya realización actividades cotidianas rodeada de henequenales
La segunda parte del tour consiste en adentrarse a las entrañas de la tierra Y apreciar la extraordinaria belleza del cenote “Dzul-ha” en el que esculturas naturales de piedra enmarcan a un balneario natural de frescas aguas cristalinas en la que el visitante podrá nadar en una atmósfera inigualable.
Después se traslada a la casa de máquinas donde se tiene la oportunidad de ver la raspa de las hojas de henequén con maquinaria antigua en la que aún se utiliza la famosa rueda “Solis”, inventada por don Esteban Solís, ingenioso yucateco que consume invento logró aumentar significativamente el volumen de hojas de henequen raspadas por hora.
Para concluir se realiza un recorrido por la casa principal, Con amplios pasillos, muebles antiguos, Cuadros, candiles Y un decorado que muestran el esplendor en el que vivía la familia del hacendado, Así como su refinado gusto.