Construcción del siglo XVII. Testigo mudo de la bonanza económica que en décadas anteriores alcanzo Yucatán Y sobreviviente de la de decable henequenera, la ex hacienda San Pedro resurge del olvido y abandono
Testimonio arquitectónico del virreinato que emergió entre las ruinas de asentamientos mayas precolombinos, La ex finca se ha transformado hoy en parador turístico.
Al igual que la mayoría de las haciendas de Yucatán, San Pedro Ochil se verificó en el siglo XVII Y primero fue estancia ganadera antes de transformarse en enequenera cuando el cultivo del agave se consolidó a principios del siglo
De corte morisco, Con influencia neoclásica propia del siglo XIX un arco ornamentado da la bienvenida a los visitantes a la ex finca. A continuación hay un amplio jardín con plantas de especies endémicas Y una angosta calzada del rieles por la que transitará “truk” que llevará a los visitantes en paseos a las instalaciones de la finca.