La capital del estado de Campeche luce y se sabe hermosa entre tantos atractivos que tiene la Península de Yucatán. Es un lugar único y el viajero disfruta de callejear y descubrir la bella San Francisco de Campeche en su camino.

San Francisco de Campeche fue nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1999 por la UNESCO. Dentro del conjunto de la Península de Yucatán, seguramente sea la ciudad más hermosa a nivel urbanístico. Cercada por la antigua muralla y abierta en estos tiempos al relajado malecón, disfruta de un maravilloso y acogedor centro histórico empedrado, casas coloniales pintadas de pintorescos colores y ambiente tranquilo. Un verdadero placer pasear Campeche.

La antigua muralla es la huella en forma de protección rocosa a los ataques de piratas, la mayoría ingleses. Uno de los tesoros que venían a buscar era el palo de tinte, siempre hay algún oro que saquear. El palo de tinte o palo de Campeche es un árbol de cuya madera los mayas extraían colorante natural negro y azul (ek’ en maya yucateco). Este color de tinte era muy difícil de lograr, debían procesar muchos materiales para lograrlo, así que fue de gran valor en Europa. El palo de tinte en Campeche fue el oro que relanzó la economía de la zona (la de unos pocos, por supuesto, los demás trabajaron para ellos). Tal y como fue el henequén el oro verde y motor de la economía en Yucatán.